Porqué es más importante la inteligencia emocional que la intelectual
La inteligencia emocional
La inteligencia emocional es aquella capacidad humana que nos permite reconocer nuestros sentimientos y los de los demás, una habilidad que permite además gestionarlos de manera adecuada. El término fue acuñado en 1995 en la publicación del libro de Daniel Goleman, La inteligencia emocional.
El psicólogo realizó una investigación por un periodo de diez años en la Universidad de Harvard, en colaboración con la Universidad de Yale y la Universidad de Michigan, aportando sus conocimientos a la investigación de la mente humana y a los avances producido en las neurociencias en aquella época.
Goleman plantea que la inteligencia emocional está organizada en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, automotivarse y gestionar relaciones.
El panorama escolar
Remontándonos unas décadas atrás en el campo de la educación notamos que los profesores preferían estudiantes conformistas, y aunque lograban buenas calificaciones, se les exigía poco. El conformismo y exigir poco, influyen negativamente en la motivación, que es indispensable para la creatividad y el fortalecimiento de la autoestima.
Es no animarse a ampliar la “zona de seguridad”, tal como se la denomina en Neuropsicoeducación. Pues en esta zona en donde nos sentimos de alguna manera seguros, aunque no necesariamente felices, es el círculo en el que nos hemos acostumbrado a vivir, y salir de él puede ser difícil algunas veces.
En aquella época era bastante habitual ver alumnos muy atentos a lo que enseñaba el profesor en clases, memorizando sus explicaciones para obtener buenas calificaciones. El objetivo era que cada alumno pueda desarrollar sus capacidades lógico matemáticas que eran después evaluadas y podrían “medirse” a través de un test de cociente intelectual.
Pero gracias a los avances en las neurociencias que ayudaron a predecir, que dicho escenario no es garantía de un aprendizaje duradero en el tiempo.
Probablemente estos alumnos que sacaban notas altas en sus evaluaciones, al poco tiempo perdieran esos conocimientos, producto fundamentalmente, del escaso o nulo rol y compromiso emocional.
Esta escasez, resulta en redes neuronales débiles que al no tener impacto emocional y al no ejercitarse en el futuro (en este caso, una vez concluida la evaluación) se debilitan hasta finalmente desaparecer.
Para saber más sobre la inteligencia emocional compartimos este libro: Inteligencia emocional de Daniel Goleman.
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Me encantaría ese libro