Ictus: Vida despues de un ataque cerebral
Ictus: Vida despues de un ataque cerebral. Los primeros síntomas de un Ictus, llamado también ataque cerebrovascular, accidente cerebrovascular, enfermedad cerebral, infarto cerebral, derrame cerebral o apoplejía, por lo general son repentinos y bruscos, por tanto; es de suma importancia detectarlo y saber de que manera actuar ante ellos.
Entre estos síntomas se encuentran
Alteraciones de la visión.- El paciente sufre una pérdida brusca de la visión o presenta visión doble.
Pérdida de sensibilidad.- El paciente experimenta sensación de acorchamiento u hormigueo.
Pérdida de fuerza en un lado del cuerpo.- El paciente experimenta debilidad por ejemplo en la cara, brazo o pierna derechos o izquierdos.
Alteraciones en el habla.- El paciente presenta problemas para expresarse o para entender lo que le dicen.-
Dolores intensos.- Presencia de dolores de cabeza que no son habituales, desequilibrio y alteraciones en la conciencia.
El cuidado
Cuidar a una persona que ha sufrido de un Ictus no siempre implica que esta no sea sea autónoma. El cuidado también se da al acompañarlo y le brindas ayuda en mayor o menor medida para que pueda realizar cualquier actividad física, intelectual, social, emocional o espiritual.
El mejor cuidado que le puede dar a una persona afectada por un Ictus suele ser el que le da la propia familia. Es bastante común que los familiares sean quienes se encarguen de cuidado; ya que son quienes conocen mejor al paciente y quienes tienen mayor interés en su recuperación.
Los familiares que se encargan de cuidar a un paciente con Ictus deben saber que esta tarea es difícil, y que hay sentimientos encontrados de rabia, miedo e impotencia y a la vez tristeza, pero es importante tomar acción y que aprendan sobre los cuidados de estos pacientes lo antes posible, de esta manera puedan facilitar la vuelta a casa de su familiar.
Si se va a hacer cargo del cuidado de un paciente afectado por un Ictu, es importante que aprenda de los profesionales durante la hospitalización y que pregunte para de esta manera pueda cuidar con mayor seguridad a su familiar en casa.
Cuidando o siendo cuidado
Es importante remarcar que la opinión del paciente también en esta situación de cuidado es muy importante. Es bueno que planifiquen cosas juntos y así puedan aprovechar los buenos momentos de la vida.
El cuidador o familiar encargado de un paciente afectado por Ictus, no debe olvidarse del autocuidado, no se debe sobrecargar, ni olvidarse de si mismo en ciertos momentos.
Vida social
No le permita al Ictus que cambie su vida por completo. Pierda el miedo de salir a la calle. Debe tener en cuenta que una vida social activa ayuda a mejorar el estado psicológico del paciente y favorece la recuperación. Además, el cuidador debe seguir manteniendo sus contactos sociales, esto le ayudará a alvidarse un poco del estrés que puede causar cuidar a un paciente con Ictus. No se esconda ni tema encontrarse con los demás, no tema encontrarse con sus amistades de siempre. Aunque la vida social es algo muy personal y casi siempre es responsabilidad de uno mismo, es posible que necesiten consejo o información en cuanto a qué vida social es la más adecuada para su caso o para buscar alternativas sociales y de cuidado.
Busquen asesoramiento para sus actividades de ocio. Consulte con su médico la posibilidad de seguir trabajando o no de acuerdo con su condición física y el tipo de trabajo que usted normalmente desempeñaba. Es posible que estén pensando, ¿cómo voy a tener vida social si no puedo dejar a mi familiar solo? O ¿cómo vamos a salir, si no tenemos ascensor? O quizá sea usted, paciente, quien prefiere no salir por que se pone nervioso... Es aquí donde hay que plantear alternativas, si no pueden salir a la calle por determinados motivos, plantéense por ejemplo, una vida social en casa, promuevan visitas, organicen actividades, hagan viajes, ejercicio... Les animamos a que ustedes mismos busquen esas alternativas a las actividades sociales que solían llevar a cabo antes, si es que ahora no pueden hacerlas. Párense a pensar qué cambios se han producido en su vida social y qué posibilidades, por muy remotas que sean, tienen de mejorarla.
Autocuidado
Hemos comentado ya la posibilidad de que el afectado por el ictus necesite de cuidados. También hemos comentado la importancia de que la familia sea quien se dedique a dar este cuidado para la recuperación del paciente. Sin embargo, no debemos olvidar la importancia del AUTOCUIDADO tanto del paciente como de quien se dedique a cuidar. Un cuidado excesivo del paciente podría limitar su iniciativa y esfuerzo para satisfacer sus propias necesidades de autocuidado.
Queremos decir que hay que cuidar, apoyar y ayudar a su familiar pero debemos evitar la sobreprotección para que ellos también pongan de su parte si pueden. Y en cuanto al cuidador, hay que cuidar de uno mismo para poder cuidar de los demás.
No olviden que el ictus afecta tanto al paciente como a la familia que convive con él y por eso el cuidador está en el derecho de exigir también cuidados. Busquen el apoyo familiar y acepten ayudas.
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