Osteoporosis adelgazamiento y debilitamiento de huesos que causa discapacidad

Osteoporosis enfermedad de los huesos que produce discapacidad

Las causas más comunes son el envejecimiento, mala alimentación y hábitos como el fumar o ingerir bebidas alcohólicas de forma excesiva aumentan las posibilidades de padecer osteoporosis.

La osteoporosis se ha transformado en una de las amenazas principales del futuro, debido a que se ha revertido la pirámide poblacional y  habrá un aumento considerable de la población de personas mayores en los próximos 10 años y que en 20 años será predominante con un porcentaje mayor de personas con descalcificación.

La principal consecuencia física de la osteoporosis es la fractura de cadera, de columna o de muñeca, esto se debe al adelgazamiento y debilitamiento del hueso producida tras  la menopausia.

La incapacidad provocada por la osteoporosis obliga a quienes la padecen a permanecer más días en reposo en la cama que las enfermedades obstructivas pulmonares, los accidentes cerebro-vasculares, el infarto de miocardio o el cáncer de mama.

Osteoporosis

La osteoporosis es el adelgazamiento y debilitamiento de los huesos. Si este deterioro no llegara a tratarse, nuestro esqueleto terminaría por volverse sumamente frágil y algunos huesos tienden a romperse (o fracturarse) con traumatismos muy pequeños.

Aunque el proceso de pérdida se produce poco a poco desde la mitad de la treintena, es tan lento que puede pasar mucho tiempo antes de que nos demos cuenta.

En general, las mujeres corren mayor riesgo de osteoporosis que los varones. Ello se debe a que después de la menopausia las mujeres sufren una rápida pérdida de hueso, como consecuencia del descenso de la formación de estrógenos.

La pérdida de hueso suele ser un proceso indoloro hasta que se produce una fractura. Por ello, es frecuente que las mujeres ignoren que sufren osteoporosis hasta que, de repente, sufren una fractura inesperada y dolorosa cuando tienen 50, 60 ó 70 años.

El modo más común en que una mujer puede descubrir que tiene osteoporosis es cuando sufre una fractura de muñeca o de cadera tras una caída aparentemente menor. Otras mujeres pierden talla, desarrollan una joroba dorsal u observan que la ropa ya no les queda bien a medida que envejecen.

Ello sucede cuando las vértebras (los huesos que forman la columna vertebral) son tan frágiles que un movimiento diario normal, como toser o levantar un peso, hace que se colapsen. Este colapso también puede ser muy doloroso.

Las fracturas osteoporóticas, especialmente las de la cadera y la columna vertebral, producen muchas veces dolor e invalidez. Mientras que la fractura de muñeca suele curar sin apenas deformidad residual, muchas pacientes no se recuperan por completo de una fractura de cadera o vertebral.

La discapacidad resultante puede influir en la capacidad de la persona para trabajar o cuidar de su familia, y puede ser tan grave que la obligue a depender de otras personas, muchas veces requerirán ayuda de su familia o cuidado de un profesional de la salud en el hogar. Todo paciente con fractura de cadera requerirá asistencia al caminar por varios meses, y aproximadamente la mitad requerirá andadores o bastones para moverse alrededor de su casa o afuera para el resto de la vida.

Después de la menopausia, casi todas las mujeres corren un riesgo mayor de osteoporosis, aunque ciertos factores relacionados con la forma de vida, la herencia o la enfermedad pueden aumentar ese riesgo.

Causas y Factores de Riesgo

La osteoporosis se presenta cuando el organismo no es capaz de formar suficiente hueso nuevo o cuando gran cantidad del hueso antiguo es reabsorbido por el cuerpo o en ambos casos.

El calcio y el fosfato son dos minerales esenciales para la formación normal del hueso y a lo largo de la juventud, el cuerpo utiliza estos minerales para producir huesos. Si el consumo de calcio es insuficiente o si el cuerpo no absorbe suficiente calcio de la dieta, se puede afectar la formación del hueso y los tejidos óseos.

A medida que las personas envejecen, el calcio y el fosfato pueden ser reabsorbidos de nuevo en el organismo desde los huesos, lo cual hace que el tejido óseo sea más débil. Ambas situaciones pueden provocar huesos frágiles y quebradizos.

Pese a ser la osteoporosis consecuencia de la interacción de múltiples factores, está muy extendida la costumbre de clasificarla etiológicamente en ciertos tipos, como si cada uno de ellos respondiera a un factor causal único. Aunque ello es incorrecto, se acepta por resultar útil desde el punto de vista práctico.

La clasificación establece dos grandes tipos: osteoporosis primaria y osteoporosis secundaria. Hablamos de Osteoporosis secundaria, cuando está ocasionada por una enfermedad o proceso concomitante, como por ejemplo: tratamiento prolongado con corticosteroides, hiperparatiroidismo, hipertiroidismo, tumores óseos.

La Osteoporosis primaria, hace referencia a aquella que se produce asociada al proceso normal de envejecimiento. En el caso de las mujeres, es más importante y se inicia antes en concomitancia con la menopausia.

Esta información le ayudará a identificar los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar osteoporosis y los cambios de su forma de vida que pueden contribuir a reducir ese riesgo.

En caso necesario, su médico comentará con usted otras opciones existentes para prevenir y tratar la osteoporosis.

En las enfermedades multifactoriales no suele hablarse de "causas" de la enfermedad, sino de "factores de riesgo". La lista de factores de riesgo de la osteoporosis es larga (se han descrito unos ochenta), a continuación especificamos los más importantes:

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Edad (la osteoporosis es más frecuente en el último tercio de la vida).

Factores genéticos: sexo (la osteoporosis es más frecuente en la mujer); raza (es más propensa la raza blanca), carácter familiar (mayor incidencia en hijas de madres osteoporóticas), enfermedades hereditarias (osteogénesis imperfecta); constitución (delgadez).

Factores hormonales: tiempo de exposición a las hormonas sexuales (la incidencia de osteoporosis es mayor si la menopausia es precoz, la menarquía es tardía, existen baches amenorreicos o hay hipogonadismo), hipertirodismo; hiperparatiroidismo, hipercortisolismo, diabetes tipo 1.

Factores higiénico-dietéticos y estilo de vida: aparte de calcio y vitamina D; estado nutritivo (las personas delgadas son más propensas a la osteoporosis, se cree que porque el tejido adiposo es fuente de estrógenos, y porque el peso supone un estímulo mecánico para el esqueleto); ejercicio físico (la sobrecarga mecánica favorece la formación ósea e inhibe la resorción); tabaco y alcohol, aceleran el desarrollo de la osteoporosis.

Enfermedades no endocrinológicas: malabsorción, hepatopatías, enfermedades inflamatorias (artritis reumatoide), mieloma.

Tratamientos: corticoides, citostáticos, anticonvulsivantes, heparina.

La masa ósea que posee una persona en un momento concreto depende de la que llegó a tener al completar su desarrollo y de las pérdidas sufridas posteriormente. Ambos hechos están determinados por los factores comentados. Se considera que en la producción del valor máximo de masa ósea los factores implicados más importantes son los genéticos. En cambio, en la velocidad de pérdida de masa ósea los factores genéticos parecen tener menor importancia que los adquiridos.

Riggs y Melton han propuesto la siguiente fórmula para resumir los factores responsables de la masa ósea de un individuo en un momento de su vida:

Q = I - (envejecimiento + menopausia + factores esporádicos)

Donde Q = masa ósea actual e I = valor máximo de masa ósea. La fórmula subraya la importancia del envejecimiento y de la menopausia frente a los demás factores, que los autores califican de "esporádicos" u ocasionales. Además, proporciona una idea clara de que la osteoporosis es el resultado de la actuación conjunta de diversos factores.

Epidemiología

En España, aproximadamente 2 millones de mujeres y 500.000 varones sufren osteoporosis en la columna lumbar o en el cuello del fémur; es decir, casi un 13% de la población femenina y un poco más del 4% de la masculina. Además, de las personas que llegan a los 90 años, casi un 32% de las mujeres y un 17% de los varones sufren una fractura de cadera.La osteoporosis afecta principalmente a personas mayores de 50 años; por tanto, el progresivo envejecimiento de la población española nos anuncia un aumento sustancial de esta enfermedad en las próximas décadas.

Diagnóstico

El diagnóstico de osteoporosis se suele hacer por su médico utilizando una combinación de su historial médico completo y un examen físico, radiografías óseas, densitometría ósea y pruebas de laboratorios especializadas. Si el médico encuentra baja masa ósea, puede querer ordenar pruebas adicionales para descartar la posibilidad de otras enfermedades que pueden ocasionar la pérdida de hueso, incluyendo osteomalcacia (una deficiencia de vitamina D) o hiperparatiroidismo (sobre actividad de la glándula paratiroidea).

La densitometría ósea es una técnica segura e indolora de radiografía que compara la densidad ósea con la densidad ósea promedio que alguien de su mismo sexo y raza debería haber alcanzado sobre la edad de 20 a 25 años.

Se suele ordenar en mujeres al comienzo de menopausia. Varios tipos de densitometría ósea se utilizan hoy para detectar pérdida de hueso en diferentes áreas del cuerpo. Absorciometría radiológica dual (también conocido como DXA, sus siglas en inglés) es uno de los métodos más precisos. Otras técnicas pueden identificar la osteoporosis, incluyendo Absorciometría fotónica simple (SPA, sus siglas en inglés), Tomografía Computarizada Cuantitativa (QCT, sus siglas en inglés), Absorciometría radiografías y ultrasonido. Su médico puede saber cual método sería mejor para usted.

Tratamiento

Los tratamientos para la osteoporosis son principalmente preventivos y se centran en retardar o detener el proceso de desmineralización.

A continuación se especifican algunos de los tratamientos que se pueden utilizar para el tratamiento de la osteoporosis:

Bifosfonatos

Los bifosfonatos son un tipo de medicamento utilizado tanto para la prevención como para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas. Los dos bifosfonatos utilizados para la osteoporosis son el ácido etidrónico, el Ácido risedrónico y el Ácido alendrónico. Actúan previniendo la pérdida de hueso y reduciendo por tanto el riesgo de fracturas.

Los efectos secundarios son habitualmente leves, entre otros, malestar gástrico e irritación del esófago. Deben tomarse con el estómago vacío y debe evitarse la ingestión de alimentos y líquidos durante al menos media hora.

Raloxifeno

El raloxifeno es un tipo de tratamiento hormonal y que se utiliza en mujeres postmenopaúsicas. Produce un incremento de la densidad ósea y una disminución de las fracturas vertebrales osteoporóticas.

El efecto secundario más serio del raloxifeno es ligero aumento del riesgo de trombosis venosa y pulmonar, sobre todo durante los primeros cuatro meses de tratamiento.

Tanto el raloxifeno como los bifosfonatos deben ser utilizados solamente bajo prescripción médica y siguiendo un rigurosos control.

Tratamiento hormonal sustitutivo

La disminución de estrógenos que se produce en las mujeres a partir de la menopausia afecta la densidad ósea. Es por ello que durante los últimos años, y basándose en estudios previos, se ha recomendado el uso de un tratamiento hormonal de sustitución.

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Sin embargo, en Julio del año 2002, se decidió suspender un gran estudio que se estaba realizando sobre 161.809 mujeres por los efectos secundarios registrados. Entre estos cabe destacar un aumento del riesgo de padecer cáncer de mama, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Las mujeres que estén pensando en tomar el tratamiento hormonal deben discutirlo con su médico y seguir controles rigurosos.

Calcitonina

La calcitonina, se puede administrar por vía nasal o inyectable. Es un medicamento que retarda la velocidad de pérdida ósea y alivia el dolor en los huesos. Los principales efectos secundarios son la irritación nasal de la presentación en aerosol y náuseas de la presentación inyectable.

Es menos efectiva que el tratamiento sustitutivo con estrógenos o los bifosfonatos y bastante más costoso.

Tratamientos no medicamentosos

EJERCICIO:

El ejercicio regular puede reducir el riesgo de fracturas óseas asociadas a la osteoporosis. Los estudios demuestran que los ejercicios que requieren de los músculos para la tracción de los huesos, hacen que los huesos retengan y, posiblemente, que ganen densidad. Algunos de los ejercicios recomendados son:

  • Caminar, bailar.
  • Jugar al tenis
  • Pesas
  • Yoga
  • Tai Chi
  • Bicicleta estática

En general deberán evitarse los ejercicios que puedan provocar caídas.

DIETA:
Se debe mantener una dieta que tenga una cantidad adecuada de calcio, vitamina D y proteína.

Cualquiera que sea su edad o condición de salud, usted necesita calcio para mantener los huesos saludables. El calcio continúa siendo un alimento esencial después del crecimiento porque el cuerpo pierde calcio todos los días. Aunque el calcio no puede prevenir la pérdida gradual de hueso después de la menopausia, continúa jugando un papel esencial en mantener la calidad ósea. Aún cuando usted ha experimentado la menopausia, si es mujer, o ya tiene osteoporosis; aumentando su consumo de calcio y vitamina D puede disminuir su riesgo de fractura.

Dependiendo de su edad y otros factores, la cantidad de calcio que usted necesita varía. La Academia Nacional de Ciencias hace las siguientes recomendaciones con respecto al consumo diario de calcio:

Varones y hembras de 9 a 18 años: 1,300mg por día
Mujeres y hombres de 19 a 50 años: 1,000mg por día
Mujeres embarazadas o lactantes hasta la edad 18: 1,300mg por día
Mujeres embarazadas o lactantes de 19 a 50 años: 1,000mg por día
Mujeres y hombres mayores de 50 años: 1,200mg por día
Los productos lácteos, incluyendo el yogur y quesos, son fuentes óptimas de calcio. Un vaso de leche contiene casi 300mg de calcio. Otros alimentos ricos en calcio incluyen sardinas con espinas y hortalizas de hojas verdes, como el brécol y vegetales verdes. Si su dieta no contiene calcio suficiente, los suplementos dietéticos lo pueden ayudar. Hable con su médico antes de tomar un suplemento de calcio.

La vitamina D ayuda al cuerpo absorber calcio. Se recomienda 200 a 600 ui de vitamina D diaria. Los productos lácteos con suplementos son una fuente óptima de vitamina D. (Una taza de leche contiene 100 ui; una multivitamina contiene 400 ui de vitamina D.) Los suplementos de vitamina D pueden tomarse si su dieta no contiene suficiente de esto alimento. De nuevo, consulte a su médico antes de tomar un suplemento de vitaminas. Demasiada vitamina D puede ser tóxica.

SUSPENSIÓN DE LOS HÁBITOS TÓXICOS:

Se debe evitar el tabaco y el alcohol.

CONTROL:
La respuesta al tratamiento se puede controlar con mediciones de la densidad mineral ósea en serie cada uno o dos años, aunque este control es controvertido y costoso. Asimismo, las mujeres que toman estrógenos deben hacerse mamografías, exámenes pélvicos y frotis de Pap rutinarios.

Complicaciones

La complicación más importante son sin duda las fracturas. Las más frecuentes son las de cadera y el aplastamiento de los cuerpos vertebrales. Las fracturas de cadera por osteoporosis, son las causantes de que alrededor del 50% de las personas mayores estén incapacitadas para andar sin ayuda.

Medidas Preventivas

Hay mucho que usted puede hacer a lo largo de su vida para prevenir la osteoporosis, demorar su progreso y protegerse usted mismo de fracturas. Incluya cantidades adecuadas de calcio y vitamina D en su dieta.

Ejercítese regularmente

A los músculos y los huesos les hace falta el ejercicio para permanecer fuertes. No importa su edad, el ejercicio puede ayudarle a usted a disminuir la pérdida de hueso mientras provee muchos beneficios adicionales de salud. Los médicos creen que un programa de ejercicio moderado (tres o cuatro veces a la semana) es efectivo para la prevención y manejo de la osteoporosis.

Los programas que enfatizan entrenamiento de equilibrio, tales como Tai Chi, deberían considerarse. Consulte con su médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicio.

El papel del reumatólogo en el tratamiento de la osteoporosis

Como especialista entrenado para evaluar enfermedades reumáticas, los Reumatólogos pueden diferenciar la osteoporosis de las enfermedades que originan pérdida de hueso y establecer y monitorizar un programa terapéutico. Los Reumatólogos son activos agentes en la educación del público en general y de otros médicos, sobre este grave problema sanitario.

Fuente: Salud.discapnet.es

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