Lesión Medular: Problemas fisiológicos del lesionado medular
Lesión Medular
Los lesionados medulares se enfrentan a una serie de limitaciones (sensitivas, motoras y de esfinter), debido a esto la persona con la lesión debe consultar con frecuencia a su médico. Están expuesto frecuentemente a las úlceras por presión (escaras), infecciones urinarias, dolores infra-lesionales y sobrecargas del sistema músculo-esquelético tales como la tendinitis y las contracturas.
Las úlceras por presión se presentan en menor frecuencia en el primer año con un 15% y aumentan tardíamente hacia el año 20 de evolución con un 26%.
De forma similar se comportan las infecciones de orina que se encontraron en un 62% de los casos en el primer año, y cerca del 95% veinte años después.
Estudios amplios de población con lesiones medulares a largo plazo, ponen de manifiesto que las condiciones de salud están en relación con 3 factores:
- Edad lesional: A largo plazo hay un aumento de los problemas respiratorios (neumonías), úlceras por presión y niveles de creatinina en sangre (indicador de la función renal).
- Tiempo de evolución: Influye en los cambios neurológicos (mejoría del nivel sensitivo o motor, la aparición de problemas músculo-esqueléticos de sobrecarga (dolores articulares, tendinitis o fracturas).
Los dos factores anteriores, condicionan el aumento de problemas cardiacos, aparición de cálculos renales, hemorragias rectales, etc.
- Nivel y grado lesional: En todo tipo de lesiones (completas o incompletas; tetraplegias o paraplegias), se ha encontrado a los 6 años de evolución (estadísticamente significativo), una disminución de la fracción de colesterol HDL, que cuando es inferior a 35 mgr/ml, es de gran riesgo coronario. También se han encontrado cifras elevadas de glucosa en sangre en mayor proporción que en la población general y de preferencia en lesiones incompletas.
Dado que las expectativas de vida están aumentando en el lesionado medular, es posible encontrar las condiciones de salud típicamente asociadas al envejecimiento, que se hacen más evidentes, al sumarse los problemas fisiológicos y de ajuste psicosocial tras la lesión.
Los problemas fisiológicos más frecuentes, se dan en:
Sistema Cardiovascular
A los factores ya descritos de riesgo vascular, se suman la aparición de una Hipertensión Arterial a partir del décimo año de evolución de la lesión, probablemente relacionado con la disminución de la actividad del sistema nervioso autónomo, disminución de la capacidad contráctil del miocardio y pérdida de la elasticidad de los vasos sanguíneos.
Las arteriopatías periféricas se dan en el 4,2% de los casos, con claro predominio en varones
(92%).
Úlceras Por Presión
Con una incidencia del 15% en el primer año y una prevalencia de cerca del 29% a los 20 años tras la lesión. Se ha relacionado directamente con el proceso de envejecimiento porque la frecuencia aumenta a partir de los 50 años.
Con la edad, la epidermis se atrofia y hay pérdida de elasticidad e hidratación de la piel.
Alteraciones Musculoesqueléticas
La pérdida de masa ósea (osteoporosis) se inicia en el primer año de la lesión, aumentando hasta los 19 años después de ella. En este momento la masa ósea corresponde al 60% del resto de la población.
La aparición de fracturas patológicas estaría condicionado por esta osteoporosis y la falta de sensibilidad y control de los miembros. Se dan desde un 18% en menos de 10 años a un 41%
en lesiones de más de 30 años.
Las osificaciones heterotópicas (calcificaciones de partes blandas cercanas a las articulaciones) se han encontrado en un 15 a 20 % de las lesiones medulares, sin que haya estudios evolutivos.
En el músculo hay una disminución del número, tamaño y masa de las fibras musculares tipo I (de contracción lenta, potentes y resistentes a la fatiga). La disminución de fibras, en algún trabajo, se dice que es del 16%. Estas fibras se convierten en tipo II (de contracción rápida, con gran consumo de glucosa, atróficas y menos resistentes a la fatiga).
A esta alteración muscular se suma un aumento de adiposidad, especialmente en los parapléjicos (47%) y en menor grado en tetrapléjicos.
Otras complicaciones frecuentes, son debidas al sobre uso de los miembros superiores: Se encuentra lesiones de hombro en el 46% de las lesiones cervicales y lesiones del nervio
mediano a nivel del túnel carpiano en el 66% de las paraplejias.
Otras complicaciones musculoesqueléticas:
- Contracturas musculares.
- Deformidades de la columna (en lesiones de más de 30 años: 54%).
- Lesiones ligamentosas y tendinosas: Los ligamentos y tendones sufren cambios degenerativos también, con pérdida de elasticidad y resistencia; siendo más vulnerables al esfuerzo, que en ocasiones es mayor, por la debilidad muscular que se sobreañade dando lugar a tendinitis
Se aconseja para evitar estas lesiones, que los lesionados medulares altos usen sillas con respaldo bien adaptado al tronco.
Lesiones De Los Nervios Periféricos
Son frecuentes las lesiones de troncos nerviosos periféricos que discurren por canales óseos y ligamentosos estrechos. Generalmente esto sucede en nervios de los miembros superiores por el sobreesfuerzo que éstos soportan.
Por ejemplo, son muy frecuentes las lesiones del nervio mediano y el nervio cubital a su paso por la muñeca (túnel carpiano) como consecuencia de la excesiva movilización mque se exige a esta articulación para propulsar la silla de ruedas.
El nervio cubital a su paso por el canal retroepitroclear (codo), también puede afectarse por los apoyos continuados en los reposabrazos de las sillas de ruedas o estancias prolongadas en la
cama apoyando esta articulación.
Aparato Respiratorio
Degeneración de la mucosa de los alvéolos pulmonares, con pérdida de elasticidad de las
pestañas vibrátiles, al mismo tiempo que aparecen trastornos de ventilación por la afectación de los músculos respiratorios y los cambios degenerativos en las articulaciones costales.
Aparato Gastrointestinal
En las lesiones altas (dorsales altas y cervicales) el estreñimiento crónico con distensión abdominal y dilatación gástrica, junto con el ralentizamiento del movimiento de los últimos tramos intestinales, pueden dar lugar a dificultad respiratoria.
A nivel ano-rectal son frecuentes las hemorroides, fisuras y hemorragias. Las hemorragias se
dan en un porcentaje del 62,3% (Krause) entre los 10-19 años de evolución.
Son debidas al uso de laxantes y estímulos digitales para vaciado, pero sobre todo al estreñimiento.
Aparato Genito Urinario
Hay una pérdida de la elasticidad de la uretra y de la capacidad vesical, lo que puede aumentar los volúmenes residuales, sobretodo en hombres con hipertrofia de próstata y da lugar a reflujos vesicoureterales o infecciones.
También hay una disminución del filtrado renal y del flujo arterial renal lo que se traduce en el aumento de creatinina en sangre. La hipertrofia prostática benigna aparece en el 50% de los hombres de 60 años.
Los cálculos en vejiga o riñón se dan en un porcentaje del 59,1% en lesiones medulares de más de 30 años de evolución y en un 15% en los de menos de 10 años de evolución.
Otros Problemas Y Recomendaciones
Los problemas de stress y dolor de cabeza son frecuentes y directamente relacionados con la edad en el momento de la lesión, siendo mucho mayores en los jóvenes: 84,7% (Stress) en lesionados con menos de 18 años, y 55,8% (Stress) en los mayores de 40 años.
Además de la afectación específica de estos sistemas orgánicos, hay que añadir la alteración sensorial (visual y auditiva) y los síntomas de afectación mental: stress, depresión.
De todos estos datos, se deduce que el lesionado medular debe cuidar y prevenir estas posibles complicaciones para lo que debe acudir a los controles anuales en el hospital de su preferencia. Mantener una actitud positiva en el propio cuidado, aceptando la realidad y procurar mantener el máximo de independencia, tratando de integrarse en la sociedad. Para ello debe de procurarse las adaptaciones que le permitan llevar una vida más cómoda.
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