Discapacidad animal displasia de codo en perros
La displasia de codo en perros
La displasia de codo es una enfermedad que degenera en una osteoartritis con presencia de dolor que va disminuyendo la capacidad funcional de la articulación del codo en los perros.
Es un trastorno que se presenta en sus inicios como una artritis desencadenando en una osteoartrosis, cuando en el codo se produce un defecto de osificación, se origina una inflamación (artritis) que con el pasar del tiempo producirá una artrosis articular.
La evolución es variable dependiendo del tipo y grado de lesión, pero es desfavorable, por lo general se presenta en razas grandes y gigantes. Loa machos se ven afectados más frecuentemente que las hembras, y el proceso puede ser uni o bilateral.
En un principio la displasia de codo era utilizada para describir la no unión del proceso ancóneo (UPA). Actualmente, la osteocondritis disecante (OCD) del cóndilo medial del humero, el fragmento del proceso coronoide (FPC) y, la incongruencia del codo (INC) también se engloban dentro de este término. Cuando en un codo se produce uno de estos defectos de osificación, se origina una inflamación y con el tiempo se desencadena una artrosis en la que se produce la degeneración del cartílago; por ese motivo, todas estas condiciones están comúnmente asociadas a la osteoatrosis de esta articulación y son causa importante de dolor y claudicación de los miembros anteriores en perros de raza grande y gigante como el Pastor alemán, Labrador, San Bernardo, Rottweiler, Mastin Napolitano, entre otras.
De origen genético multifactorial, especialmente en la OCD y en la FPC. Afecta más a los machos que a las hembras y se puede dar de forma uni o bilateral. El componente genético es el que tiene mayor influencia aunque, la aparición de esta patología puede darse también por la alimentación, peso, ambiente, calidad de los ligamentos, mucho ejercicio físico o traumatismos.
Los primeros síntomas pueden darse a los 4-5 meses cuando el perro muestra intolerancia al ejercicio, cojera al iniciar un movimiento o después de un ejercicio prolongado. Hay perros que no dan señales de afección en el codo hasta edades avanzadas donde el proceso de artrosis se encuentra muy evolucionado. Otros consiguen mantener un grado normal de actividad durante toda su vida.
El hecho de realizar un diagnostico radiológico prematuro hace que se pueda instaurar un tratamiento adecuado y evita la formación de artrosis que produce dolor y limitación funcional del codo durante toda la vida del animal. El diagnostico se puede complementar con pruebas diagnosticas como el TAC o la RNM.
La evolución depende del grado y tipo de lesión, pero, generalmente es desfavorable sin cirugía. El tratamiento quirúrgico da buen resultado si aun no se han producido cambios degenerativos en la articulación. En cualquiera de los casos es necesario realizar una buena rehabilitación con el fin de:
- Acelerar el proceso de recuperación
- Eliminar dolor y inflamación
- Disminuir la cojera
- Mantener y/o mejorar la amplitud de movimiento
- Mantener tono, masa y fuerza muscular
- Minimizar o enlentecer los efectos de la degeneración articular - artrosis
- Evitar compensaciones a nivel del cuello, columna y extremidades
- Dar las máximas capacidades para que el animal sea funcional y que este, con una buena calidad de vida
El tratamiento de Fisioterapia varía en función del animal y del estado de la lesión. Es importante empezar lo antes posible con el tratamiento para que este sea efectivo y, para evitar séquelas como movilidad reducida y/o dolor crónico.
El animal pasa por diferentes fases hasta su total recuperación. Es imprescindible conseguir de forma gradual los objetivos marcados. Se da por finalizado el proceso de recuperación cuando el animal es apto para realizar las actividades diarias.
Durante los tres primero días después de la intervención, es importante actuar sobre la inflamación y el dolor y, evitar que aparezca la atrofia muscular y la disminución del arco articular. Para ello se utilizan técnicas pasivas que reducen la inflamación, producen analgesia y ayudan a mantener el tono, la masa y el arco de movilidad. Entre estas técnicas hay la electroterapia (TENS segmental y Electroestimulación muscular), masajes, movilizaciones pasivas y crioterapia (frío).
En perros mayores o perro que no han sido intervenidos los objetivos serán los mismos que en animales que han pasado por una intervención. Es importante eliminar el dolor ya que, con dolor no se puede trabajar.
Es importante des del principio masajear y mover el codo afectado siempre y cuando no haya contraindicación veterinaria y, respetando en el caso de fijación, el periodo de cicatrización y unión de las partes fijadas. El hecho de masajear y mover la zona y la extremidad afectada ayuda a mantener la movilidad, evita la pérdida de masa y tono y trabaja los propioceptores.
Una movilización suave combinada con diferentes técnicas de masajes ayudan a disminuir la inflamación y reducir el dolor.
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