Cómo terminar con los malos hábitos
La mente ansiosa
El cerebro y la mente ansiosa: Quizás no siempre se le dé el reconocimiento que merece y no se le aprecia en toda su dimensión, pero es un hecho que el cerebro es una de las partes del ser humano más complejas. Gracias a él somos seres notables en cuanto a capacidades.
El cerebro humano posee una serie de estructuras muy complejas, redes y funciones, con una sorprendente plasticidad y versatilidad. Es una matriz de aprendizaje multidimensional que se organiza a sí misma, que ha evolucionado a lo largo del tiempo y continúa desarrollándose de manera sorprendentemente rápida, tanto biológica como culturalmente.
A pesar de ello, es muy fácil caer en la rutina, malos hábitos, depresión etc. Ansiosos por obtener lo que sentimos que necesitamos para completarnos, lo que podríamos necesitar para sentirnos bien en nuestro cuerpo, verdaderamente en paz con la vida, aunque solo fuera por un breve momento o una hora o un día.
Es irónico que mientras anhelamos, dejamos de lado el hecho que podríamos estar conspirando para volvernos esclavos de una ilusión, de ese deseo compulsivo de completarnos, sin darnos cuenta que en realidad ya estamos completos, pues somos un todo.
La mente ansiosa y las adicciones
La adicción es un hábito que domina la voluntad del individuo, que lo lleva a consumir de manera continua, a pesar de que este consume tiene consecuencias adversas para su salud, básicamente, es la dependencia de la persona hacia una sustancia, actividad o relación.
Si dicho consumo está arruinando la vida de la persona, ya sea a causa del uso de una sustancia particular o de una conducta
Específica, ya sea el cigarro, alcohol, cocaína, juego o alguna otra cosa en particular, y la persona continua con este hábito, entonces puede que tenga una adicción y requiere de la evaluación profesional.
Dependiendo del grado en que llega a trastocar nuestras vidas y las personas que nos rodean contribuye a determinar el nivel de severidad.
De esta manera se puede visualizar las adicciones a largo plazo, esto nos permite visualizar las adicciones en relación con el grado en que nuestro comportamiento se ve afectado y como estos afectan a nuestras vidas como en relación con las conductas mismas.
Engancharse
Cuando una persona se engancha con el videojuego de moda o el modelo más reciente de celular, está accediendo a uno de los
procesos de aprendizaje más evolutivamente conservados que conoce la ciencia actual, este proceso también lo experimentan innumerables especies y que se remonta a los sistemas nerviosos más primitivos conocidos por el hombre.
Este proceso aprendizaje basado en la recompensa funciona de la siguiente manera: cuando vemos alimentos de aspecto apetecible, el cerebro nos dice: ¡Calorías, supervivencia! Y nos lleva a comerlo, lo saboreamos y nos gusta, en especial cuando dichos alimentos contienen azúcar, el cuerpo envía una señal al cerebro: recuerda lo que la persona está comiendo y donde lo encontró.
Ese recuerdo queda registrado, y basado en la experiencia y el lugar, la persona aprende a repetir el proceso la vez siguiente. Al ver la comida, la persona come, pues se siente bien, esta conducta se repite.
Disparador, conducta, recompensa. Simple, ¿no?
Luego de un tiempo, el cerebro dice que esto se puede usar para algo más que recordar dónde está la comida. Entonces, la próxima vez que la persona se sienta mal, ¿por qué no comer algo rico para sentirse mejor?
El cerebro ha brindado una excelente idea, después de algunas pruebas, la persona descubre y aprende que al comer helados o chocolate cuando están enojados o tristes, se sienten mejor.
Si notamos, el aprendizaje es el mismo, simplemente que el disparador ha variado, en lugar de una señal de hambre que llega desde el estómago, la señal llega desde lo emocional, sentirse triste es lo que dispara las ansias de com
En el siguiente enlace compartimos este excelente libro, La mente Ansiosa - Porqué nos hacemos adictos y como podemos terminar con los malos hábitos.
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