Perú - La ley de protección del personal con discapacidad de la PNP y Fuerzas Armadas es un "engañamuchachos"

El Coronel PNP en retiro Julio Jesús Salinas Zapata, dirigente de la Coordinadora Nacional de las Fuerzas Armadas y la Policía, denunció que la ley que otorga protección al personal con discapacidad de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional es un “engañamuchachos”, pues lo único que se ha hecho es recopilar beneficios ya existentes y consignados en otras normas legales.

Con voz firme y en pleno acto mediático de lanzamiento de la nueva ley, Salinas recordó al presidente Alan García que el artículo 7 de la Constitución establece un “régimen legal” de protección a todas las personas discapacitadas, sin distinción alguna.

Del mismo modo, detalló que la Ley 29487, que tan pomposamente acaba de promulgar García, no es más que un simple compendio de todos sus derechos expresados con anterioridad en las normas 24373, 24916 y 25413, aprobadas para favorecerlos por su especial condición física y psicológica. Salinas, un oficial discapacitado en acción de servicio contra un comando terrorista que atacó un puesto policial de la zona de Collique en la década de los 80, emplazó a viva voz a García a cumplir con sus ofrecimientos, desde su asiento de invitado en el Gran Comedor de Palacio. “Con todo respeto, Señor Presidente, quiero que usted se comprometa, por favor, a cumplir con todo lo ofrecido. Porque usted tiene la costumbre de sacar normas que nos favorecen cada vez que está por dejar el poder. Y después viene, después de diez o quince años a derogarlas”, señaló en su emplazamiento. En ese contexto, el oficial retirado de la PNP advirtió que no está consignado en ninguna norma el ofrecido aumento progresivo, hecho por García, de una “asignación extraordinaria” de 25%, a partir de enero y por el resto de sus vidas, a los discapacitados como consecuencia de actos de servicio.

Salinas Zapata dijo esperar que esta “asignación extraordinaria” no sea otro “caramelo” más de esos que el jefe de Estado suele ofrecer a sus confundidas audiencias que aún creen en sus palabras.

Pasa la mano
A pocos meses de entregar el poder, el presidente Alan García intenta congraciarse con el personal discapacitado de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, con la promulgación de una ley que aparentemente les otorga atención en salud, trabajo y Educación, pese a haber postergado su más caro anhelo: la reestructuración de sueldos.

De nada valieron las tres décadas de lucha de las distintas asociaciones que agrupan a la familia policial y militar, pues el pasado 21 de noviembre, el ministro de Defensa, Jaime Thorne, anunció que recién en seis meses se realizaría el cálculo actuarial para reestructurar las remuneraciones y pensiones del personal de las Fuerzas Armadas y Policía; con lo cual la cuenta quedará para el próximo gobierno.

El congresista Washington Zeballos recordó que -a pedido del MEF- en el debate final de la Comisión de Presupuesto, la mayoría de los miembros del grupo de trabajo retiró las propuestas relacionadas con el incremento de sueldos para incorporar una disposición final, mediante la cual se establece que, en 180 días, el Ejecutivo presentará al Congreso una propuesta en materia previsional y otra en materia de remuneraciones.

Entretanto, el jefe de Estado promulgó ayer muy orondo lo que denominó “una ley de reparación justa” que, supuestamente, otorga protección al personal con discapacidad, en atención en salud, trabajo y Educación. Durante la ceremonia, García hizo gala de su inflamado verbo para ensalzar a los soldados y policías caídos y lisiados en acción que, más que palabras, esperan mejorar sus vidas, al menos con una pensión decorosa.

“En cada miembro perdido, en cada tributo físico limitado que ustedes pueden orgullosamente mostrar está el Perú, está su futuro. Si no hubiera sido por ustedes que opusieron su carne a las balas asesinas de la subversión o de la delincuencia, cuánto hubiera avanzado el enemigo en nuestra patria y cómo se hubiera detenido nuestro país en la miseria y el aislamiento”, enfatizó el gobernante. El Gran Comedor de Palacio de Gobierno fue testigo de las promesas ofrecidas por el mandatario a sus invitados, como una “asignación extraordinaria”, a partir de enero próximo y por el resto de sus vidas, a los efectivos que se encuentren discapacitados, como consecuencia de actos de servicio. Habrá que verlo, dijeron entre dientes varios de los discapacitados, sabiendo que el jefe de Estado no siempre cumple lo que ofrece.

Tras indicar que se trata de un reconocimiento a su sacrificio por parte de la sociedad peruana, García detalló que la asignación excepcional será del 25 por ciento y que en el caso de las viviendas, los discapacitados recibirán como ayuda inicial un 30 por ciento de subsidio. Asimismo, les prometió beneficios adicionales en la adquisición de viviendas en los sistemas como Techo Propio y MiVivienda.

Fuente: Diario la primera Peru.com