Kayla Montgomery la atleta con Esclerosis multiple

Esta joven atleta lo da todo en la pista, con mucho esfuerzo logra cruzar la meta, pero se desploma en los brazos de su entrenador.

Su nombre es Kayla Montgomery es una excelente atleta, es una de las mejores de Carolina del Norte, Estados Unidos, y a pesar de padecer de Esclerosis Múltiples se ha podido posicionar en el primer lugar.

La Esclerosis múltiple es una enfermedad degenerativa que afecta al sistema nervioso central, debilita los músculos y la coordinación física.

Cuando Kayla era niña, era muy tímida; le gustaba disfrazarse, pintar y jugar con sus muñecas, con el paso del tiempo empezó a practicar futbol. Pero tras una caída en uno de los partidos, comenzó a sentir hormigueo en sus piernas.

En el mes de octubre del año 2010, fue diagnosticada con Esclerosis Múltiple, una enfermedad que ataca las células nerviosas y que hasta el momento no se ha encontrado ninguna cura.

Gracias a los medicamentos que el médico le administró, Keila poco a poco recupero la sensación de sus piernas, pero tuvo que dejar de practicar futbol, optando por el atletismo.

Decidida a dedicarse a ello a tiempo completo, encontró al entrenador Patrick Cromwell, quien la apoyó para convertirla en la mejor corredora de distancia.

Cada vez que va a iniciar una carrera, Kayla da lo mejor de sí para resistir y llegar hasta la línea de meta.

Mientras ella corre, la temperatura de su cuerpo aumenta hasta que los síntomas de la enfermedad empiezan a aparecer, regresa el hormigueo desde sus pies hasta su cintura, y a pesar de que pierde la sensación de sus piernas Kayla nunca se detiene, gracias al entrenamiento ha controlado la velocidad, por tal motivo es que al llegar a la meta su entrenador la recibe y de inmediato intenta nivelar su temperatura paras que la joven atleta recupere la sensación y pueda caminar nuevamente por sus propios medios.

En su última competencia escolar, a pesar de haber sufrido una aparatosa caída en la primera vuelta, logro ubicarse en el primer lugar en la carrera de los tres mil 200 metros. Montgomery no para, pues correr la hace sentir viva, normal y quiere disfrutar el tiempo que puede tener movilidad.