Tercera edad actividades físicas para el anciano
Tercera edad y actividades físicas
Desde el punto de vista físico, la persona de edad avanzada debería levantarse diariamente; si el anciano no tiene la capacidad de caminar, debe levantarse a una silla, y sólo en última instancia permanecer en cama día y noche.
Si se levanta (de pie o en silla), el mismo debe de colaborar en su cuidado personal, ya sea en el aseo, la alimentación, o en el vestuario; y hacer ejercicios. El ejercicio es beneficioso para los músculos y las articulaciones, ayuda a la atención y concentración, y brinda sensación de bienestar. El anciano puede realizar flexiones y extensiones en extremidades y tronco, y evitar la tendencia a encorvarse.
Para mover los brazos con amplitud puede tomar un bastón con las manos y moverlo con los brazos extendidos hacia arriba y abajo, de derecha a izquierda; también podría jugar a recibir y arrojar una pelota. Si está de pie, es conveniente para las piernas realizar flexiones apoyándose en un mueble firme; si está sentado, extenderlas y levantarlas, y llevarlas de derecha a izquierda, tal vez con un peso en el pie.
Cuando el adulto mayor está sentado, el asiento debe ser cómodo, pero es deseable que sostenga el tronco de un modo activo y no se deje caer en los brazos de un sillón. Puede ser necesario usar elementos de ayuda: cabestrillos (para sostener un brazo paralizado), soporte torácico (como cincha para sujetar al paciente a la silla si no sostiene el tronco), respaldo alto.
Estando en silla, puede apoyarse en las manos para levantar los glúteos del asiento, extender el tronco, levantar y mover las piernas, girar la cabeza en diversos sentidos. Finalmente, son útiles los ejercicios respiratorios, especialmente hacer intentos por expulsar todo el aire de los pulmones.
Si permanece en cama se recomienda realizar cambios de postura cada dos horas, para evitar la formación de escaras. Debe realizar ejercicios activos: imitación de caminata o trote, extender o flectar el tronco, levantar la cabeza o apoyarla con fuerza en la almohada para elevar el tronco, mover los brazos con o sin un peso. También puede hacer ejercicios isométricos (apretar y soltar los músculos de las extremidades y del tronco sin moverlos). Muchas de estas actividades pueden presentarse en forma de juego, para que despierten el interés del paciente y permitan una interacción con el acompañante. Además se sugiere utilizar medias o vendas elásticas en las piernas, para evitar las trombosis venosas. Las vendas se colocan desde el pie a la pantorrilla, sin apretar demasiado, y se sueltan 30 minutos cada 6 horas.
Cuando el paciente está comenzando a levantarse después de permanecer en cama varios días, es necesario hacerlo de un modo paulatino. Puede presentar debilidad muscular que le impida sostenerse, o bajas de la presión arterial con ten-dencia al desmayo. Para evitar la baja de presión se comienza por sentarlo al borde de la cama con los pies apoyados en el suelo o una silla.Debe extender los brazos hacia atrás apoyando las palmas de la mano en la cama, incluso el brazo paralizado si tiene una hemiplejía, para sostener mejor el tronco. Inicialmente este ejercicio dura sólo uno o dos minutos pero debe repetirse 10 ó 15 veces al día. Paulatinamente, en varios días, debería ser capaz de sostener el tronco sin mareos ni agotamiento. Sólo cuando tolere esa posición valdrá la pena trasladarlo a una silla o intentar ponerlo en pie.
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