Jessica Long la nadadora sin piernas
Jessica Long la nadadora sin piernas. Haber nacido sin sus dos piernas no ha sido impedimento para que Jessica Long alcance todas sus metas, con gran voluntad y firmeza esta joven convierte su “Discapacidad” en una gran virtud.
Ha sido catalogada como una de las mejores deportistas paralímpicas de todos los tiempos, pues Jessica se ha apoderado de 17 medallas olímpicas, 12 de ellas de oro.
Ella obtiene toda su fuerza y entereza de su creencia en Dios y está segura que el un plan para ella.
Jessica Long nació el 29 de febrero de 1992 en Bratsk – Rusia. Sus primeros pasos no fueron nada sencillos, ella nació con la falta de estructura ósea en sus piernas y sin la mayoría de los huesos en los pies.
Fue tanta la impresión de su madre Natalya, y del futuro que les aguardaba, que decidio darla en adopción. Jessica fue dejada en un orfanato de Siberia, donde había más de 200 niños.
Nadie imagino que ahí comenzaría su increíble historia.
A trece meses de su llegada al orfanato, Beth y Steve Long, un matrimonio católico de Baltimore, Estados Unidos, tomaron la decisión de adoptar un bebé. Y aunque ya eran padres de dos niños, su opción era adoptar un bebe que tuviera menos oportunidades de ser adoptado por otras familias.
En el orfanato encontraron a Jessica y Joshua, en una situación muy complicada, Steve, el padre de Jessica; cuenta que la primera vez que la vieron le estaban efectuando extraños cuidados en las piernas.
Los Long se dieron cuenta que mantenerla iba a ser caro y no tenían que cargar con semejante responsabilidad, pero a pesar de eso decidieron adoptarla.
A 5 meses de llegar a Estados Unidos, Jessica Long fue operada para amputársele las piernas. De inmediato le pusieron unas piernas ortopédicas. Y al poco tiempo aprendió a caminar con ellas.
Jessica creció en el seno de una familia cristiana y tuvo una infancia feliz y normal, y su fe en Dios le dio la fuerza necesaria para afrontar las barreras que se le presentaban a cada minuto.
Desde que era pequeña soñó con ser deportista olímpico. Probó en todos los deportes que pudo, y en ocasiones se dio cuenta que no podía avanzar más. Así que abría su mente y cambiaba de disciplina, con diez años cumplidos de ese modo llego a la natación.
Su madre cuenta que Jessica nadaba con niños con el cuerpo completo, y lo hacía bastante bien en contra de ellos, rápidamente capto la atención de entrenadores que trabajan con deportistas discapacitados. Dos años después, se convirtió en la atleta paralímpica más joven de los Estados Unidos, participando en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, obteniendo tres medallas de oro, en 100 metros, 400 metros, y 4x100, estilo libre. Y es así como empieza la carrera de esta exitosa deportista.
En Pekín 2008 consiguió cuatro oros más, además de una plata y un bronce. Y en los Paralímpicos de Londres 2012, obtuvo cinco medallas de oro, más otras dos platas y otro bronce. Son 17 medallas en total, que la convierten en una de las deportistas paralímpicas más laureada de todos los tiempos.
Reencuentro con sus padres.
El rotundo éxito de Jessica despertó el interés de Natalia y Oleg Valtyshev, sus padres biológicos, que al ver a esa niña sin piernas en televisión que no paraba de ganar medallas se dieron cuenta de que, se trataba de su hija Tatiana (Jessica). Asi que ambos se contactaron con la prensa luego de explicar los motivos por que la dejaron en un orfanato, y aseguraron sentirse muy orgullosos de ella y que deseaban volver a verla.
Le gustaría regresar a Rusia para ver a sus padres.
No sabe nada de ellos, solo sus nombres y que tenían 17 años cuando la dejaron en el orfanato. Asegura no estar enfadada con ellos, solo que desea volver a verlos, y planea hacerlo pronto.
Cree que parte del plan que Dios tenia para ella es inspirar a las personas, sea que tengan o no una discapacidad.
Jessica cuenta que ha hablado con muchos niños que han perdido una pierna, o un brazo; ha visitado muchos hospitales para dar ánimos a aquellos que por un accidente o una enfermedad se ven desolados.
Con su historia y con sus palabras, se ha metido en el corazón de todos los estadounidenses. Y con ella, la inspiración que ella transmite sobre Dios. Porque, como ella misma se define al tener que describirse, "soy cristiana, y atleta paralímpica doce veces medallista de oro. Amo la vida".
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En 2008 los juegos no fueron en Pekín sino en Beijing