Fútbol sala adaptado para invidentes
Fútbol sala para invidentes
El fútbol sala para invidentes es un deporte fascinante, no es fácil de practicar pues se requiere algunas cualidades físicas y técnicas, un gran sentido de orientación y movilidad lo cual podría ser complicado si tenemos en cuenta que el juego se practica en un terreno campo de cuarenta metros de largo y veinte de ancho. Este deporte se practica desde los años 20 en los colegios, y con las adaptaciones necesarias brinda mayor dinamismo al juego.
La práctica del futbol en grandes superficies implica demasiadas dificultades para las personas invidentes:
- Problemas de orientación y seguridad debido al tamaño del terreno.
- Pérdida del ritmo del partido al perderse la pelota.
Para aminorar estas dificultades se optó por la práctica del fútbol-sala pues aporta mayor dinamismo al juego por sus reducidas dimensiones y por las vallas laterales que además de permitir jugar ininterrumpidamente sin tanto saque de banda, son un elemento de orientación y seguridad para el jugador El portero es vidente y tiene limitada su maniobrabilidad a una pequeña zona dentro del área de penalti. Un guía detrás de la portería orienta a los jugadores.
El fútbol-sala de ciegos, con un reglamento pulido y elaborado, no es un deporte peligroso. Esta es una idea que se disipa cuando se presencia un partido de fútbol sala de ciegos con la estructura adecuada. Existen choques pero no más que en un partido de videntes, teniendo en cuenta que es un deporte en donde el contacto con el rival es constante y ocho jugadores disputan un balón (al que se le pnen cascabeles u otros elementos que lo hagan sonar) en unas dimensiones de veinte por cuarenta metros.
Al hablar de fútbol sala de ciegos, hablamos de habilidad para manejar el balón, coordinación para el regateo, el disparo a puerta y para no perder el orden táctico, lo que requiere técnica, orientación, dominio espacial y corporal, siendo uno de los juegos para ciegos más extendidos en todo el mundo.
Principales adaptaciones generales del fútbolsala para ciegos (b1)
Por lógicas e inevitables razones, se han realizado adaptaciones al reglamento de la Federation International Football Association (FIFA), que es en el que se basa el reglamento de IBSA (International Blind Sports Association).
Deportistas considerados B1.- Se trata de aquellos deportistas que poseen un parámetro oftalmológico, acorde a las clasificaciones de IBSA, que considera deportista B1 a quien “Desde la inexistencia de percepción lumínica en ambos ojos, hasta la percepción lumínica, pero con la incapacidad para reconocer la forma de una mano a cualquier distancia o en cualquier dirección.”
Balón sonoro
Adaptación fundamental por excelencia, exactamente con la misma circunferencia que el balón de la liga nacional de fútbol sala, con la diferencia de que
En su interior contiene varias carcasas a las que se les adhieren cascabeles para que cuando éste ruede o bote el balón sea perfectamente percibido por los jugadores.
Dimensiones y superficie del juego.
El fútbol sala para ciegos de IBSA se disputa al aire libre por la importancia que tiene la percepción acústica en los deportes para ciegos, y con la intención de evitar la inadecuada resonancia de los estadios cerrados, que resulta incómoda para los jugadores.
Las dimensiones del campo de juego son de cuarenta (40) metros de largo por veinte (20) metros de ancho.
Su superficie es de cemento o de césped artificial. Este tipo de material ha sido seleccionado por estar relacionado directamente con la necesidad imperiosa que el balón tiene de emitir sonido.
Área de penalti y área del portero.- El área de penalti es semicircular de seis (6) metros, y dentro de esta se encuentra el área de portero. Ésta, a su vez, es rectangular y mide cinco (5) metros de largo, por dos (2) metros de ancho, con la intención de limitar la maniobrabilidad del portero, que en su condición de deficiente visual y poseedor de resto visual, tendría grandes ventajas sobre el jugador ciego si tuviera a su disposición la movilidad en el área de penalti.
Vallas laterales y saques de banda.- Los dos laterales del campo de juego quedan configurados por unas vallas que poseen una oscilación de altura entre 100 ó 120 centímetros. Son de material sintético o de madera, y se convierten en una importante aportación a la orientación de los jugadores, además de facilitar un juego rítmico y sin tantos saques de bandas.
En los casos en que el balón supera la altura de estas vallas, se realiza un saque de banda con los pies, en la zona en donde el balón superó a la valla.
Equipación de los jugadores
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La equipación general de los jugadores es la habitual del fútbol y es exactamente igual a la contemplada en el reglamento de fútbol sala (fútsal) de FIFA, aunque el jugador ciego tiene la opción de usar rodilleras, y una cinta que protege el frontal, parietales y occipital. Esta es una cinta tubular, con esponja por dentro y forrada de tela de toalla para una mejor absorción de la transpiración.
El antifaz es de uso obligatorio. Se trata de un antifaz de tela de toalla de color blanco. Esta medida tiene como intención la de igualar la falta de percepción lumínica que distintas patologías visuales poseen, a pesar de ser considerados deportistas ciegos.
Además al ser tan amplias y complejas las distintas patologías, y con la intención de asegurar la justicia deportiva, cada jugador que posea globo ocular deberá colocarse unos parches de cinta adhesiva por debajo del antifaz para garantizar la igualdad. No se colocarán parches oculares en aquellos ojos que sean portadores de prótesis.
Porterías.- Son las mismas porterías que contempla el reglamento de fútsal de FIFA, es decir, miden 2 metros de altura por 3 metros de ancho.
Tiempo de juego.- El tiempo de juego de un partido es de cincuenta (50) minutos divididos en dos tiempos de 25 minutos cada uno, con un descanso de 10 minutos entre un período de juego y otro. El reloj se detiene en el caso de todas las sustituciones de jugadores, así también como en los tiempos muertos que soliciten los entrenadores de los equipos y en cada momento que los árbitros lo estimen oportuno.
Equipo arbitral y megafonía
Dos árbitros dirigen los partidos, asistidos por un anotador-cronometrador. Cada árbitro dirige por un lateral del campo de juego, evitando de esta manera realizar carreras en diagonal dentro del campo de juego que pueden interferir en el desarrollo del partido. De estos dos árbitros, uno es el denominado árbitro principal y el otro árbitro asistente, de manera que en caso de disparidad de criterio, prevalecerá el del árbitro principal.
El anotador–cronometrador se ubica en el centro del campo de juego por detrás de la valla lateral.
Es el encargado de controlar el tiempo de juego, los tiempos muertos, y de toda la elaboración administrativa del partido, cumplimentando las actas arbitrales y haciendo constar en estas todas las incidencias que los árbitros le trasmitan.
Junto al anotador-cronometrador, se ubicará la persona encargada de la megafonía del partido, que tendrá la función de verbalizar todas las incidencias por las que el juego se interrumpe, de manera que los jugadores estarán siempre informados de las decisiones arbitrales, de manera de agilizar las acciones y posiciones de los jugadores en el campo de juego, cada vez que el juego sea interrumpido por una decisión arbitral. Además, la megafonía será la encargada de solicitar silencio al público asistente, cuando así lo estimen conveniente los árbitros, por entender que el murmullo del público pueda afectar la orientación de los jugadores.
Función de los guías
Faltas y conductas antideportivas.- Un jugador que durante el transcurso de un partido cometa 5 (cinco) faltas personales deberá abandonar el terreno de juego y podrá ser sustituido inmediatamente por otro jugador, no pudiendo volver a ingresar en el transcurso de dicho partido.
Las faltas y la conducta antideportiva se sancionará de la siguiente manera:
Falta acumulativa y personal
- Se concederá un tiro libre directo al equipo adversario si un jugador comete una de las siguientes ocho faltas de una manera que el árbitro juzgue imprudente, temeraria o con el uso de una fuerza desproporcionada:
- Dar o intentar dar una patada a un adversario.
- Derribar a un adversario o intentar hacerlo usando ambas piernas, de frente o por detrás de él.
- Empujar a un adversario.
- Obstruir al adversario de manera intencionada, peligrosa o violenta.
- Disputar el balón con ambos pies hacia delante.
- Golpear o intentar golpear a un adversario.
- No decir en forma clara y audible la palabra “VOY” en el momento de buscar o disputar el balón.
- Jugar, disputar o buscar el balón con la cabeza baja.
- Se concederá asimismo un tiro libre directo al equipo adversario si un jugador comete una de las siguientes seis faltas:
- Sujetar a un adversario.
- Deslizarse para tratar de jugar el balón cuando está siendo jugado o va a ser jugado por un adversario (entrada deslizante con los pies). Esta disposición se aplica al guardameta dentro de su propia área de portería sólo cuando ponga en peligro la integridad física del adversario.
- Jugar el balón, es decir, llevarlo, golpearlo o lanzarlo con la mano o el brazo (esta disposición no es aplicable al guardameta dentro de su propia área de portería).
- Usar expresiones verbales con el objeto de desorientar o engañar al adversario.
- Perturbar intencionadamente el silencio durante el desarrollo del juego.
- Cometer cualquier otra falta que no haya sido anteriormente mencionada en la regla XI por el cual el juego sea interrumpido para amonestar o expulsar a un jugador.
- El tiro libre directo se lanzará desde el lugar donde se cometió la falta
Faltas de oficiales del equipo guías o sustitutos
Faltas sancionables con una amonestación
Un oficial del equipo, guía o sustituto será amonestado y se le mostrará la tarjetaamarilla si comete una de las siguientes faltas:
- No respeta los tercios del portero, Entrenador o guía.
- Desaprueba con palabras o acciones los fallos de los árbitros.
- Perturba el silencio.
- No se comporta de forma responsable.
- Dependiendo de la gravedad y a criterio del árbitro el oficial del equipo, guía o sustituto será expulsado y se le mostrará la tarjeta roja.
La autoridad del árbitro.- Cada partido será controlado por un árbitro, quien tendrá la autoridad total para hacer cumplir las reglas de juego en el partido para el que haya sido nombrado, desde el momento en que entra en las instalaciones donde se encuentra la superficie de juego hasta que las abandona.
El segundo árbitro.- Se designará un segundo árbitro, que se situará del lado opuesto al que controla el árbitro.
El segundo árbitro ayudara al árbitro a dirigir el juego conforme las reglas del juego.
Controlará los minutos solicitados en los tiempos muertos, en caso de no contar con un cronometrador.
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